sábado, 22 de febrero de 2014
jueves, 20 de febrero de 2014
Noticias literarias: Febrero
Bill Watterson, creador de ‘Calvin y Hobbes’, Gran Premio de Angulema
Un niño y su tigre de peluche se han convertido en los héroes de la edición41 del Festival de Angulema que se clausura este domingo. Son los dos famosos personajes del dibujante estadounidense Bill Watterson, padre de la tira cómica de culto Calvin y Hobbes, y quien ha sido galardonado con la distinción más importante del cómic en el mundo francófono: el Gran Premio del Festival de Angulema. Watterson ya había recibido el premio al mejor álbum extranjero en este mismo festival en 1992. Han llegado a ser finalistas del certamen el japonés Katsuhiro Otomo y el británico Alan Moore.
Watterson (Washington, 1958) creció en los suburbios de Cleveland y es un apasionado de los cómics desde su infancia. Realizó estudios de Ciencias Políticas, pero después pronto comenzó a trabajar como diseñador en un diario de Cincinnati. Tras su despido, el dibujante fue de fracaso en fracaso hasta que en 1985 publicó por primera vez Calvin y Hobbes, con nombres inspirados por el reformador protestante John Calvin y por el filósofo Thomas Hobbes. Fue el comienzo del tremendo éxito de estas historias que describen el universo de la infancia y se burlan amablemente del mundo de los adultos. La tira cómica se ha difundido en toda la prensa mundial y ha sido traducida a unos cuarenta idiomas; de ella se han vendido 30 millones de libros. Watterson ha reconocido en su trabajo la influencia de Charles Schulz, creador de Snoopy y Carlitos, de George Herriman, el autor de Krazy Kat, así como el también estadounidense Walt Kelly, padre de Pogo.
En 1995, después de varias disputas por los derechos de su tira cómica y de la creación de productor derivados de sus dibujos, Watterson puso fin, cuando se encontraba en plena cima, al travieso Calvin y al tigre Hobbes, que se anima únicamente cuando está fuera del radar de los mayores. Se consagró entonces a la pintura y a su familia.
Batalla moral en una guerra impura
¡Vaya lugar para investigar un crimen (o dos)! La Ucrania de 1943 ocupada por los nazis, sembrada de fosas de judíos víctimas de los Einsatzgruppen de las SS y en vísperas de la mayor colisión de tanques de la historia, la batalla de Kursk. Solo el mayor de la Wehrmacht Martin Bora, intelectual, músico y soldado, puede sentir el deber moral de resolver ese crimen —menor en comparación— en semejante contexto de iniquidad general y espanto. Ahí, en esa aparente contradicción de luchar contra el mal en medio del Mal muy mayúsculo y además hacerlo con uniforme del III Reich (y mientras reclutas un regimiento de caballería para luchar contra los partisanos y de paso espías un poquito para la Abwehr, la inteligencia militar) reside el nudo de Cielo de plomo(Alianza), la nueva, buenísima novela de la escritora Ben Pastor (Roma, 1950).
De hecho el planteamiento de fondo es el mismo en las ocho novelas con el personaje de Martin Bora que lleva escritas ya Pastor, ambientadas (excepto una que transcurre en laGuerra Civil española) en la II Guerra Mundial y de las que se han publicado cuatro en España. En Cielo de plomo,documentadísima y de una negrura que va mucho más allá de lo policiaco, la novelista se supera a sí misma en el retrato de un alma humana atormentada enfrentada a los dilemas de su conciencia y de la historia.
“¿Tiene sentido una investigación detectivesca en ese contexto, con los 30.000 judíos asesinados en Babi Yar, las atrocidades de la ocupación, la vesania de la guerra?”, se pregunta la propia Pastor. “En realidad, resolviendo un crimen, procurando justicia, lo que hace Bora es poner una gota purificadora en un agua impura. Él solo puede poner esa gota con la esperanza de que signifique algo. Sabe que su labor no repara apenas nada. Pero no puede hacer otra cosa excepto cargar con la piedra hasta lo alto de la colina para verla caer de nuevo, como un Sísifo en feldgrau”.
Isaac de Vega, patriarca de las letras canarias
Al fallecer este lunes, con 93 años, en Tenerife, el escritor canario Isaac de Vega deja en herencia, como último superviviente de su grupo literario de vanguardia, una palabra inextricable que dio sentido a su vida: “Fetasa”. “Fetasiano”, una especie de gentilicio metafísico acuñado hacia 1950 por el poeta y novelista Rafael Arozarena, aludía a la ontología de la condición insular, a la patria metafísica a la que De Vega y Arozarena permanecieron fieles hasta la muerte y a la que ambos dedicaron libros de cuentos, novelas, ensayos y poemas.
De Vega, una suerte de Rulfo canario, tenía una conexión con la realidad principalmente literaria. Fue autor de una novela titulada, precisamente,Fetasa, en 1957, (le gustaba titular con un vocablo a secas: Parhelios, Pulsatila, Tassili o Carpanel). De Vega tenía una absoluta complicidad con su amigo del alma, Arozarena, que falleció cuatro años antes que él. Juntos labraron los fantasmas de un mundo onírico común y les dieron a la vez el Premio Canarias de Literatura, en 1988, porque eran indivisibles. Sus textos (Ediciones Idea editó sus obras completas en 2005), con los de Antonio Bermejo, J. A. Padrón y el periodista Francisco Pimentel (todos ya desaparecidos), establecen un territorio ignoto para la Península literaria, en la que De Vega y Arozarena, finalistas del Nadal, nunca se promocionaron. El cineasta David Baute los inmortalizó filosofando sobre el gremio de las metáforas de una literatura pegada a las raíces.
Académico canario de la lengua, que ejerció el magisterio en El Hierro, La Gomera y Tenerife, De Vega era un hombre sencillo y humilde, alejado del ruido mediático, de fuerte influencia en una generación de autores, como un clásico en vida. En ocasiones parecía un Salinger clandestino, pero era un ser adorado en su tribu de fans y contertulios. Hijo del sur, nacido en Granadilla de Abona (Tenerife), en 1920, y afincado en su Macondo de Igueste, cuidó el estilo como un asunto de salud, parco y comedido. Era un hombre de pocas palabras.
Tenía tanta vocación literaria a bordo, que iba con el cuento a todas partes, madurando las historias durante años, como su alter ego, Arozarena, que lamentaba haber escrito tan deprisa Mararía, el superventas local. Tras morir a las puertas del día de la literatura del archipiélago (este 21, dedicado al poeta Agustín Millares Sall), De Vega deja un hondo vacío, pues se trata de una de las grandes voces canarias del siglo XX de unas letras que se encierran en sí mismas
‘La Colmena’, de Cela, inédita, erótica y censurada, ve la luz
Solo una persona sabía de este pasaje escrito originalmente por Camilo José Cela para La colmena. Nadie sabía que el contenido sexual y erótico de su obra cumbre fuera más alto y descarado que lo publicado hasta hoy. No lo supo ni siquiera el régimen franquista porque el propio escritor gallego (1916-2002) sospechaba que no iba a pasar la censura y decidió no incluirlo en la versión que envió para su aprobación. Ahora, 70 años después de que Cela empezara su escritura (que terminaría en 1950) y sucedieran los hechos narrados en la novela, se han presentado muchos pasajes inéditos de la obra, algunos censurados por la dictadura y otros que el propio autor nunca presentó al régimen. El resultado es una nueva versión de La colmena. Por ahora fragmentada, pero que podría dar pie a una nueva edición completa como fue concebida genuinamente. “Sería una idea extraordinaria. Como sacar una obra inédita de Cela”, asegura entusiasmada Marina Castaño, viuda del premio Nobel español y presidenta de la Fundación Camilo José Cela.
El manuscrito, presentado en la Biblioteca Nacional, en Madrid, revela más retazos de vida de ese enjambre de personajes creados por Cela que ahora ven la luz gracias a la donación de Annie Salomon (licenciada en literatura hispánica), hija del hispanista Noël Salomon. Él era la única persona que conocía este inédito. Era un amigo del escritor, a quien envío este texto con la idea, “tal vez, de que analizara el impacto de la censura franquista a través de una novela suya”, dice Adolfo Sotelo Vázquez, catedrático de Historia de la Literatura Española, experto en la obra de Cela y quien prepara una biografía suya. El manuscrito llegó a las manos del hispanista después de la segunda calificación y reporte que hiciera el régimen sobre La colmena,el 7 de enero de 1946, en el cual dice: “¿Ataca el dogma o la moral? Sí. ¿Ataca al régimen? No. ¿Valor literario? Escaso”.
Se trata de 10 hojas numeradas por la Biblioteca Nacional en dígitos romanos más algunas hojas complementarias en blanco y 172 hojas numeradas en arábigo. El manuscrito es heterogéneo y fragmentario. La mayoría de las hojas están mecanografiadas y varias corregidas a mano y tachadas por el autor con su lapicero rojo. Otras censuradas por el franquismo con lapicero y sello, según Sotelo Vázquez. El grueso del manuscrito es parte de la copia que el escritor presentó a la censura en 1946 con la intención de ceder el original a F. Maristany de Ediciones el Zodíaco para su publicación.
La escritora valenciana Lucía Boscá gana el Premio Poesía Joven Félix Grande
La escritora valenciana Lucía Boscá gana el Premio Poesía Joven Félix Grande
La escritora valenciana Lucía Boscá (1985) ha ganado con su poemarioRuidos la décima edición del Premio de Poesía Joven Félix Grande, que se organiza en el municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes y en el que participan anualmente cientos de escritores de toda España.Con este premio se reconoce la última de las obras que Boscá ha escrito individualmente, que se suma a otros escritos de la valenciana, que han aparecido en diferentes antologías españolas como Ida y vuelta, Estaciones desnudas, Verso a verso o Poesía errante.Su firma también se encuentra en trabajos con autores hispanoamericanos, como en Poesía sin permiso, y próximamente aparecerá en una selección de poesía española editada por una empresa mejicana.Boscá es licenciada en Filología Hispánica y en los últimos años ha ejercido como profesora de español para extranjeros, y ha colaborado en estudios sobre el área de Lingüística.El único requisito para participar en este concurso, organizado por la Universidad Popular José Hierro de San Sebastián de los Reyes y cuyo premio es de cinco mil euros, es no superar los treinta años de edad.
miércoles, 19 de febrero de 2014
Noticias literarias: Enero
Cultura convoca una nueva edición de los Premios de Literatura Teatral
La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria ha abierto una nueva convocatoria de los premios Álvaro Cunqueiro para Textos Teatrales, Manuel María de Literatura Dramática Infantil y Barriga Verde de Textos para Teatro de Monicreques --modalidades de público infantil y adulto--, que cuentan con una dotación económica de 6.000 euros para cada uno de los galardones y modalidades.
El plazo de recepción de originales para la edición de 2014 de estos galardones de literatura dramática, que Cultura convoca a través de la Axencia Galega das Industrias Culturais (Agadic), se extenderá hasta el 30 de mayo, tal y como establecen las bases publicadas en el Diario Oficial de Galicia (DOG) del pasado martes. Los tres premios comparten como objetivo servir de estímulo de la creación literaria en el ámbito dramático, así como procurar su mayor reconocimiento y proyección social. En este sentido, además del presupuesto total de 24.000 euros destinado a las dotaciones económicas, las bases contemplan la posibilidad de que las obras ganadoras sean publicadas dentro de las colecciones de literatura dramática que Agadic mantiene en colaboración con varias editoriales gallegas.
Pueden optar a estos galardones aquellas personas físicas que presenten textos teatrales inéditos, escritos en gallego normativo y no representados ni premiados en otros certámenes. En los tres casos, el tema y la extensión podrán ser libres, aunque deberían tener en cuenta el principio de duración normal de un espectáculo teatral, de modo que no serán admitidas las obras de teatro breve.
Los libros son para romper
Cuando parecían a punto de entrar en la categoría de objetos de anticuario, un título juvenil ha devuelto la vigencia a las bitácoras de papel entre los nativos digitales. Destroza este diario, de Keri Smith, invita al lector a llevarse el tomo a la ducha, golpearlo contra la pared o arrancar una de sus páginas, meterla en un pantalón, lavarlo (con ella dentro) y pegarla una vez seca entre las tapas.
Esta obra, a medio camino entre el performance DIY (las siglas en inglés de hazlo tú mismo) y el pseudovandalismo académico, revolucionó el mercado juvenil estadounidense en 2009: Desde su lanzamiento se instaló en la lista de best sellers del New York Times y al cabo de un año ya se había convertido en uno de los títulos más vendidos del gigante editorial Pengüin. Pero lo verdaderamente reseñable es que Destroza este diario ha inaugurado, si no un subgénero, sí una tendencia. Al calor de su éxito, han surgido títulos
que siguen la misma filosofía provocadora / artística y que ahora Paidos publica en España: Esto no es un libro, Guerrilla Art Kit yCaos. Para 2014, el mismo sello prevé lanzar Acaba este libro y Diario de las emociones, de Anna Llenas.
Platero, 100 años con el mismo brillo azabache en la mirada
“Platero me lleva, contento, ágil, dispuesto. Se dijera que no le peso. Subimos como si fuésemos cuesta abajo, a la colina”. Estas palabras publicadas en el libro de Juan Ramón Jiménez Platero y yo cumplen 100 años desde que se imprimieron por primera vez. Fue en 1914 cuando la editorial La Lectura publicó 63 de los 138 capítulos que tiene la edición completa de esta obra universal y rompedora en la que Juan Ramón narra sus peripecias con el burro Platero por la localidad onubense deMoguer. Los espejos de azabache de los ojos duros cual dos escarabajos de cristal negro que lucía Platero hace 100 años siguen brillando, y sobre su cuerpo de papel pequeño, peludo y suave siguen cabalgando infinidad de adultos y niños a los que Platero lleva, contento, ágil, dispuesto.
El mundo disfruta de las aventuras en Moguer, y la localidad, pueblo natal de Juan Ramón Jiménez, se prepara para celebrar el centenario de la publicación durante este año. El 2014 ha sido declarado por la Consejería de Cultura Año Platero y la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, en colaboración con la Junta de Andalucía, la Diputación onubense, el Ayuntamiento de Moguer y la comunidad de herederos del escritor, que fue premio Nobel de Literatura en 1956, ha diseñado unaamplia programación que reúne medio centenar de actividades que recrean esta mítica obra, considerada por los críticos, una de las más complejas de las letras del siglo XX.
El legado literario de José Emilio Pacheco, según los poetas
Tiempo, memoria, reflexión, realismo, doméstico, sentimental, inteligencia… son algunas de las palabras y conceptos que se repiten al referirse a la obra poética de José Emilio Pacheco, fallecido ayer en México.Siete poetas de España y América Latina señalan las principales aportaciones del autor mexicano a la literatura. Poeta de lo cotidiano, de lo cercano relacionado con las cosas que infñiuen directamente en la vida, de la belleza del discurrir de la vida diaria, de aquello con lo que lidiamos continuamente en los quehaceres físicos e intelectuales, de esas cosas e ideas presentes en nuestros pensamientos de manera latente o agazapada, insoslayables. Poeta del Tiempo, como dice Darío Jaramillo. Porque todo eso que llamamos cotidiano está impregnado de Tiempo, es Memoria. Versos tristes a veces, pesimistas a ratos, y también optimistas y siempre luminosos en sus imágenes que invitan a mirar a todos lados de nuestra vida y de la vida en general, como recuerdan los siguientes poetas:
ÓSCAR HAHN: José Emilio Pacheco pertenecía a esa rara especie de escritores que practican los más diversos géneros con el mismo rigor y con la misma calidad. Poeta antes que nada, ejerce una aguda crítica de la contingencia, pero su gran preocupación es el tiempo. Por eso la suya es una poesía filosófica, no en el sentido libresco del término, sino en el sentido de asombro, curiosidad y reflexión ante los enigmas de la existencia. Para sus poesías completas Pacheco eligió el título de “Tarde o temprano”. Ahora que el poeta nos ha dejado, ese título pierde su carácter conjetural y adquiere una actualidad y una certeza profundamente perturbadoras. Querido José Emilio, no me preguntes cómo pasa el tiempo.
ANTONIO GAMONEDA: Era un hombre en plena conciencia, en el sentido que manifiesta su obra. Su poesía podría ser entendida como como de signo realista, aunque prefiero decir que es una poesía explícitamente reflexiva. Poesía en la que el pensamiento reflexivo se empareja sobre impulsos o incluso se sobrepone al pensamiento poético. Es un realismo orientado a la reflexión en un lenguaje normalizado, sin grandes aventuras semánticas, pero todo muy bien hecho.
LUIS GARCÍA MONTERO: La poesía de José Emilio tiene la tensión de algunas paradojas que la depuran. Se trata de una voz muy culta, propia uno de los mejores ensayistas de la poesía contemporánea, pero busca la sencillez y el diálogo con el lector. Ama la tradición (López Velarde, Gorostiza, Sabines, Paz), en nombre de una originalidad profunda. Persigue la sinceridad en la máscara, la confesión en el pudor. Y asume el pesimismo de la lucidez, la evidencia de la catástrofe, para localizar el rayo de luz que dignifica la vida. Su escritura va y viene por estos extremos. Es inteligente y sentimental.
PIEDAD BONNETT: Como poeta fue uno y muchos. Detrás de los distintos registros de sus poemas encontramos siempre una mirada incisiva, con un trasfondo filosófico, que se concreta en versos tocados muchas veces por el humor y la ironía pero también de lirismo contenido. Su poesía, que le habla a un lector amplio, pues su misterio asoma a través de un lenguaje sencillo, nos acompañará siempre.
JUAN CARLOS MESTRE: Es la poesía de Pacheco un habla contra la traición inmaterial de la muerte, oraciones civiles con las que resistir la perturbadora obsesión de lo perdido, el lejano siempre que solo existe en la imaginación de los poetas y la memoria violentada de los pueblos. Dio su poesía nombre a lo oscuro y belleza al indefenso. Nombró la inexistencia de las ensoñaciones y el territorio donde los héroes forzosos del amor otorgan otro sentido de nobleza a la condición humana. No habitarán la solemne casa del silencio sus palabras esparcidas sobre lo posible imposible: un mundo sin víctimas. Viven ya en otros ojos, luminosas bajo otras piedras.
FRANCISCO FERRER LERÍN: Debo a Pacheco su definición exacta de las aves, la etiqueta precisa que supone el buen uso de un nombre. Se lo dije en Madrid, en la ceremonia del Cervantes, y me lo agradeció. Hablamos de ese poema sobre el zopilote, bicho infamado, hermano menor de nuestro buitre. Un poema que despierta ternura por el aprecio de la fealdad casi doméstica de un ave oscura, destino obligado de las pedradas de niños sin corazón que se adiestran para verdugos.
JOAQUÍN PÉREZ AZAUSTRE: En La edad de las tinieblas, José Emilio Pacheco desmenuza un quinqué, la savia de petróleo acumulada en su osario de tiempo, desde los dinosaurios a la llama, con millones de años de sedimentación inventando la luz dentro de la campana de cristal. “La noche huele a luz carbonizada”: algo de extrañamiento se oculta ahí, como un poso, con su desolación o su milagro. Poeta de una generación, con ese lema complejo que supone Alta traición, reclamó la autocrítica propia de ese mundo de tertulias que compartió con Pitol y Monsivais. Escribir es una resistencia contra los horrores que vivimos.
Fernando Ortiz, obsesión por la poesía
El poeta sevillano Fernando Ortiz falleció en la madrugada del miércoles en su casa de Sevilla a los 67 años a consecuencia de un paro cardiaco. Ensayista, crítico y articulista, además de poeta, Fernando Ortiz tenía problemas de salud desde hacía años y había anunciado en varias ocasiones que se retiraba de la escritura creativa, aunque hasta hace pocos días ha seguido haciendo versos, según han confirmado sus amigos.
El escritor agrupó su poesía completa hace seis años bajo el título Vieja amiga, un libro en el que recorría desde los versos iniciales de su primer título, Primera despedida (1978), hasta Postdata (1999). Esta obra ha tenido varias ediciones a medida que su autor reescribía poemas antiguos e iba añadiéndole títulos inéditos o de nueva creación. En 2003 publicó una antología personal, Versos y años, en la Fundación José Manuel Lara. Amigo de poetas de generaciones anteriores como José Antonio Muñoz Rojas y Aquilino Duque, fue cofundador de la colección de poesía Calle del Aire junto al también poeta y editor Abelardo Linares.
Aunque era aficionado a intentar eclipsarse tras una ironía característica (“Yo no me considero un poeta importante, pero sí uno de los poetas sordos más importantes de mi barrio”, bromeaba en unas declaraciones a este periódico en 2003), antólogos, críticos y premios reconocieron su valía literaria. Entre otros, obtuvo el Premio de Poesía Vicente Núñez (1991) y el José María Pemán (1989) y el Premio Andalucía de Periodismo (1978) por su labor como articulista.
Fernando Ortiz, obsesión por la poesía
viernes, 14 de febrero de 2014
Amor en toda regla
"Esta es la historia de un hermoso amor...
El... un hombre solo, aventurero y lleno de ganas... de simplemente vivir...
Ella... una mujer preciosa, procesando un cambio en su
vida... sola, y sin haberse dado cuenta de las inmensas ganas que tenía de
simplemente ser feliz...
Ellos, se encontraron un día, el sol iluminaba aquel
atardecer, fue un verano... una tarde como cualquiera...
El la atrajo con su encanto, y ella la cautivo con su
simpatía...
Así comenzó la más hermosa historia de amor, pasaron los
días, se buscaban...
El cada noche con una desesperación que no lograba
comprender...
Ella, lo esperaba con ansias, sabía que llegaría a su
encuentro, como cada día, como cada noche, empezaron a nacer frases hermosas...
empezó fluir el amor, puro, sincero, y por sobre todo verdadero, por que aquí
no habían rostros, no habían cuerpos, solo habían palabras y sentimientos, y
eso bastaba para sentir que sus vidas tenían un mismo destino.
Ellos empezaron a enamorarse, de la forma más tierna y
dulce, como aquella mujer...
Ella lo fue enamorando poco a poco, con su simpleza, con
su ternura, con con su cariño,
El siguió el camino de la conquista... la protegía, la
acompañaba, la hacía sentir aquellas lindas cosas que ella desconocía...
Ella empezó a amarlo... sintió que el era el hombre de su
vida, que lo quería a su lado, para continuar su vida...
El, sentía que ella, su linda Pamela, era la mujer con
quien deseaba compartir su mundo, que entre líos y dientes, ella sería la mejor
compañía...
Ellos se dieron cuenta que se necesitaban, eran el uno
para el otro, se estaban enamorando, y poco a poco lo mas tierno...se estaban
deseando...así llegó el amor a sus vidas...
Hoy aun están juntos, se están amando intensamente, se
necesitan, se adoran , se profesan un amor inmenso, los sueños acompañan sus
vidas, un futuro les aguarda, una casa...unos niños... que esperan por ellos,
para que fundidos en aquella pasión sin limites...los engendren con el mas puro
sentimiento de amor…
Ellos... Mikel y Natalia, viven sumidos en la alegría y
la felicidad, bendecidos por la vida, por haberle ganado a la adversidad.
En esta historia... ganó EL AMOR...”
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